AZUL SILENCIO


Solo los ojos hablan
y el corazón recibe;
no hay lenguas enredadas
ni susurros,
solo emociones que dibujan 
ecos de silencios.

Mudez azulada
que ata un verso de amor limpio,
no hay oraciones
ni voces que increpan;
solo el brillo tenue
de lo que no se ha dicho,
y un suspiro añil
en el que me eternizo.

Se desvanece
lo fugaz en el bullicio
mientras el alma se abriga
con anhelos perpetuos.
Se abrazan la fragancia
de la nada y el todo
en la intimidad
latente de este silencio.



©Texto de Susana Jiménez
Libro Sendero de latidos.



"Liszt Llevó una profunda tristeza en el corazón que de vez en cuando dejaba estallar en sonido"